lunes, 29 de septiembre de 2008

EN EL NOMBRE DE LA HUMANIDAD Y EN EL NOMBRE DE NUESTROS DERECHOS

Declaración presentada el Jueves 18 de Setiembre ante el Comité de DDHH de la ONU, por Hugo Estrella Tampieri, Co-Director Transnacional de CFI ( Center for Imquiry), en nombre de la citada ONG. CFI es la ONG más importante, a nivel mundial, que defiende los DDHH, la separación de Iglesias y Estado, el laicismo, la libre elección sexual, la igualdad de las mujeres,etc.

Gracias Señor Presidente

Ante todo agradezco a las mujeres por permitirme hablar en su nombre. Esta sesión esta dedicada al seguimiento de la Resolución 6/30 aprobada por este cuerpo 14 de diciembre de 2007 relativa a la integración efectiva de los derechos de la mujer.

Es lamentable que a pesar del buen trabajo del Alto Comisionado y de los compromisos asumidos por los gobiernos, todavía nos encontremos muy lejos de la real vigencia y goce de la plenitud de los derechos que corresponden a la mitad del género humano. Y quisiera referirme específicamente a la falta de cumplimiento y obstaculización de los derechos reproductivos y de decisión de las mujeres sobre sus cuerpos.

Por motivos ajenos al estado de derecho y a la legalidad internacional en la materia, y seguramente como consecuencia de la acción de lobbies conservadores, esos que todavía piensan que el cuerpo femenino es un espacio sobre el cual los demás, generalmente hombres y poderosos, tienen el derecho a decidir, los derechos escritos y sancionados por los parlamentos, no se efectivizan.

El Comité de Derechos Humanos de la ONU ha recibido la denuncia de casos, como el de Argentina, en que los propios jueces violan la ley, impidiendo la practica de un aborto a una mujer discapacitada mental, embarazada a causa de un abuso sexual. O el de una niña de 12 años, violada en Mendoza, Argentina, recluida en un hospital a merced de un juez que no solo no actúa, sino que aparentemente adelanta juicios negativos. Argentina se ha comprometido a evitar estas interferencias ilegitimas. Perú ha sido sancionado por un caso similar en 2005.

Señor Presidente, estos hechos, y muchos que no capturan la atención mediática, son la realidad de la maraña administrativa que hipócritamente se impone entre las mujeres y su derecho a decidir.

El caso de Italia, donde una discutible objeción de conciencia” que en algunas regiones llega al 70% de los ginecólogos, fuerza a la mujer a peregrinar en busca de un servicio garantizado constitucionalmente.

Una iniciativa similar en el Congreso de los Estados Unidos de Norteamérica, amenaza la vigencia de los derechos de la mujer en ese país.

En su reporte, la Alto Comisionado Sra. Louise Harbour dijo: “Leyes y practicas discriminatorias son la raiz de muchos casos de mortalidad materna. Matrimonios prematuros, mutilación genital y falta de respeto por los derechos reproductivos de la mujer, todo ello es incompatible con las obligaciones establecidas en la Convención para la eliminación de toda forma de discriminación contra la mujer…”

Nos hacemos partícipes de esta manifestación y comprometemos nuestra colaboración en las acciones que este Consejo decida para poner fin a esta secuencia de violencias que nos avergüenza que todavía existan a 60 años de la aprobación de la Declaración Universal y las normas consiguientes en materia de derechos e igualdad.

Muchas gracias.